El masaje infantil

Bebés, madres, padres, una educadora de masaje infantil: Todos sentados sobre telas de algodón. Una música suave para serenar grandes y pequeños, unos cuencos con aceite de masaje, unos instantes de relajación y… empezamos la sesión.

PEDIR PERMISO AL HIJO Y ACEPTAR SUS CIRCUNSTANCIAS
Con el gesto de deslizar el aceite entre las manos, cada madre y / o padre pregunta de forma amorosa a su hijo: ¿quieres que te haga un masaje? ¿qué te parece? ¿lo probamos? Les pedimos permiso y aceptamos su respuesta, como una muestra de respeto hacia ellos. Juntos aprendemos unos movimientos de masaje que iremos ofreciendo de manera progresiva a los bebés. Por último, introducimos unos estiramientos suaves

En los grupos de masaje infantil los bebés son bienvenidos con todo lo que nos llevan: su llanto, malestar, hambre, sueño, sus generosas risas y ¡mil gracias particulares!
Mediante el masaje infantil procuramos que el niño se sienta escuchado, querido, tenido en cuenta… Los bebés son los que nos guían en la aventura de descubrir, reconocer, respetar y atender sus necesidades.

TIEMPO TAMBIÉN PARA LOS PADRES
Por otra parte, acogemos a las madres y a los padres y todas sus inquietudes y deseos: el amor hacia su hijo / a, la intención de ser una buena madre y un buen padre, las dudas e inquietudes de los primeros tiempos…

En los grupos de masaje infantil dedicamos un espacio a compartir temas de interés común sobre la crianza, la maternidad y la paternidad. Va surgiendo, del propio grupo, el permiso de atender a sus hijos / as siguiendo la propia intuición y la habilidad de manejarse con la avalancha de consejos que manan cuando una madre o un padre tiene un bebé en brazos.

Las madres y padres que asisten a un grupo de masaje infantil, aprenden a pararse en su día a día, a disfrutar de un rato de dedicación exclusiva a su hijo, a escucharlo, respetarlo y hablarle con la mirada, con la piel, con la sonrisa y la voz…

CONFIANZA EN SÍ MISMO Y EN LAS PERSONAS
El recorrido de las manos ayuda al bebé a conocer su cuerpo, los movimientos de masaje le ayudan a relajarse y a aliviar molestias. La actitud de respeto hacia él / ella le permite sentirse valioso y va descubriendo, ante él, una madre y / o padre que le regalan un gran tesoro: la semilla de la confianza en sí mismo y en las personas.

Núria Cortés
Diplomada en Trabajo Social, especializada en infancia y familia.
Doula y educadora de masaje infantil formada por AEMI.
acompanyaracuidar@gmail.com
Podéis consultar: www.masajeinfantil.es

Fotos: Núria Cortés

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1 comentario

masajes costa rica 6 octubre, 2014 - 2:49

Información muy buena para las mujeres que pronto tendrán a sus niños en sus brazos. Después del parto la mujer puede experimentar dándole masajes a su niño para hacerlo sentir bien y crear una relación estrecha entre ellos. Saludos desde Costa Rica!

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