Tener un hijo debería ser siempre una decisión consensuada entre los dos miembros de la pareja, el resultado de una unión firme y segura. En algunas ocasiones se tienen hijos para unir la pareja y el resultado es justamente lo contrario. Y es que los hijos pueden hacer que esta relación se tambalee y que acabe rompiéndose si no es suficientemente sólida. Si dos no están bien entre sí, el tercero complica aún más su…
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