El ser humano tiene consciencia de sí mismo, de su entorno, de las decisiones que toma y de las repercusiones de sus actos. Debemos aprovechar estos atributos para progresar y mejorar como personas. Pero en nuestra vida ajetreada esto a veces no es fácil. ¡Analicémoslo!
CUANDO LLEGA LA RUTINA
Nuestra vida cuotidiana consiste en la sucesión de días más o menos iguales regidos por la relación con los familiares, los compañeros de trabajo, los clientes, la gente, conocida, las personas con las que nos cruzamos… Cuando las cosas se repiten día a día es fácil que se transformen en rutina y, de forma inconsciente, actuamos como si tuviéramos el piloto automático: tenemos demasiadas cosas que hacer antes que analizar cada caso y actuamos según unos patrones establecidos que se adecuan a cada situación.
Esto, que en principio puede parecer lógico y necesario en nuestra sociedad ajetreada, provoca a veces que dejemos de vivir conscientemente las situaciones cotidianas para ahorrarnos tiempo. A mi entender, esto tiene un gran contratiempo ya que el hecho de actuar con el piloto automático, sin pensar a fondo sobre como actuamos en nuestra vida, nos desconecta de nosotros mismos y impide que progresemos.
SE REPITEN LAS SITUACIONES… Y LAS REACCIONES
Si nos paramos un momento y analizamos, por ejemplo, como hemos vivido los días de la última semana, nos daremos cuenta que son bastante parecidos. Y concluiremos que nuestro comportamiento acerca de nuestro día a día tampoco no ha variado mucho. Fijémonos ahora en las cosas que nos disgustan. Ha habido varias en cada uno de los días. Y hemos actuado de forma similar en todas ellas de una forma automática y sin pensar. Me vienen a la cabeza cosas tan simples como:
1- molestarnos porqué el coche de adelante nos ha hecho frenar
2- alterarnos en exceso porqué nos han dicho algo que no nos ha gustado
3- posponer una visita a un amigo porqué “no tenemos tiempo»
4- no saludar al vecino porque “es un antipático”
5- enfadarse porque a nuestra pareja se le ha roto un plato
6- estresarnos por las muchas cosas que tenemos por hacer
7- (seguro que encontraréis algún ejemplo a vuestra medida)
Si analizamos cada uno de nosotros veremos que en determinadas situaciones actuamos según un guión escrito en nuestro inconsciente que nos hace actuar de la misma forma día a día, invariablemente. Esto nos lleva a actuar siempre de la misma forma delante de las cosas que nos incomodan. Pero… ¿y si tomamos consciencia y miramos de cambiar esas actitudes?
LA TOMA DE CONSCIENCIA
Ser conscientes de las cosas que nos ocurren nos permite abandonar el piloto automático, analizar sin condicionantes previos cada situación y actuar sin guiones establecidos. Así pues, volviendo a los ejemplos anteriores, quizá concluiremos que:
1- no debemos molestarnos porque ayer nosotros hicimos frenar a un coche
2- no sirve de nada irritarse en desmesura cada vez que escuchamos algo que no nos gusta
3- siempre hay un momento para visitar a un amigo
4- si no saludamos al vecino quizá los antipáticos seamos nosotros
5- ¿cuantas veces yo he roto cosas, no es eso normal?
6- Estresarnos y preocuparnos por las cosas que tenemos por hacer no sirve para nada, simplemente para alterarnos y para demorar la resolución de los problemas
ALGUNOS CONSEJOS
Cada día cometemos los mismos errores y actuamos como no debiéramos por falta de consciencia y esto hace que tropecemos una y otra vez con los mismos obstáculos que no nos permiten progresar. Os doy unos consejos básicos que espero os ayuden a tomar consciencia:
– Sed conscientes y disfrutad de las cosas más básicas y cotidianas como, por ejemplo, lavar los platos ¡Si os lo proponéis, hasta puede ser divertido! El simple hecho de ser conscientes de ello hará que disfrutéis más.
– Experimentad qué sentís en situaciones que no os gustan. Ser conscientes es la mejor forma de buscar soluciones y evitar reacciones primarias que no solucionan nada sino que a veces hasta empeoran la situación.
– ¡No tengáis prisa! Es la peor enemiga para ser consciente de todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
– Pensad en el ahora. ¿Cuantas veces no vivimos el presente porqué estamos pensando continuamente en el pasado o en lo que creemos que vendrá?
– Reservad un momento de vuestro tiempo para reflexionar como ha ido el día. ¿Qué os ha disgustado? ¿En alguna ocasión habríais podido actuar de otra forma? Tenemos muchas cosas que hacer pero si prescindimos de lo prescindible (por ejemplo, no mirar la tele o mirarla menos) tendremos tiempo para lo imprescindible.
– Proponeos cambiar algún aspecto de vuestra vida. No necesitáis hacer grandes cambios. Podéis, por ejemplo, plantearos no enfadaros en una situación donde otras veces os habéis enfadado. Si lo conseguís, os cargaréis de moral y eso os animará a afrontar retos mayores.
– Plantearos cada día como una oportunidad para mejorar o superar barreras con las que tropezáis a menudo. La frase del cantante “hoy puede ser un gran día, plantéatelo así” no es ninguna demagogia.
Ser conscientes de nuestras vidas es el requisito indispensable para disfrutarlas y dirigirlas, para ser jefes de nosotros mismos, para crecer como personas y para mejorar el mundo en qué vivimos.
Albert Torrent
Equipo MeSiento.com
4 comentarios. Añade el tuyo!
Cuánta razón!, a veces con pequeñísimos cambios es suficiente para mejorar enormemente nuestras vidas. Como decía el «Capità Planeta»: «los pequeños cambios son poderosos!».
Genial, Albert m´ha encantat. Tinc que apendre a ser més concient.
ahi tienes
Me encanta tu consejo y me gusta x k stoy practicando mucho y me a dado muy buen resutado poco a poco pero si resulta si lo ponemos en practica gracias k Dios t bendiga.