La Salud es un fenómeno dinámico y en constante cambio, como las estaciones del año. Incluso los estados de enfermedad tienen ciclos, etapas o episodios que acostumbran a ser cíclicos. Algunas afecciones típicas de la primavera son las alergias, las astenias primaverales, ciertos tipos de depresiones y problemas de digestión. Todas tienen una relación directa o indirecta con el hígado y la vesícula biliar y una alimentación adecuada nos ayudan a combatir estos trastornos.
EL PASO DE INVIERNO A PRIMAVERA
Durante el invierno hemos estado más recogidos en los interiores de las casas, más abrigados y menos activos que el resto del año, hemos consumido más alimentos dulces y grasientos que durante las otras estaciones, y eso es debido a que la principal fuente de energía de la que disponemos durante el invierno no está en el exterior, sino en el interior de nuestro cuerpo, es decir, durante el invierno adquirimos energía principalmente de los alimentos.
La llegada de la primavera permite disponer de otro tipo de energía como es la solar que aporta claridad y calor; así, nuestro cuerpo no hace falta que procese tantos alimentos ni almacene grasas para mantener la temperatura corporal, entre otras necesidades.
La salud se ve afectada durante la primavera en gran parte por la cantidad y calidad de tóxicos, en forma, por ejemplo, de grasas que hemos almacenado en los tejidos; por otra parte podemos agravar el efecto de estos tóxicos manteniendo hábitos alimenticios que en invierno serían más saludables y que en la primavera están sobrecargando la sangre y el sistema cardiovascular.
MODERAR LA COMIDA PARA NO CARGAR EL HÍGADO
La primavera es un buen momento para desintoxicar la sangre. Moderando la ingesta de salsas, frituras, embuchados, lácticos, grasas y dulces, y aumentando la hidratación mediante los zumos de frutas y verduras, podemos limpiar la sangre de gran parte de los residuos que, en un momento que no hacen falta, sobrecargan el sistema.
El esfuerzo que supone por nuestro hígado y vesícula biliar, gestionar este tipo de sustancias tan pesadas y energéticas, los debilita y limita su respuesta a las nuevas demandas del cambio estacional.
Un trabajo fundamental del sistema hepático-biliar, es la gestión de las grasas y la depuración de la sangre y ésta es la que aporta la energía a los diferentes aparatos y sistemas del organismo. Es fácil deducir pues que mientras nuestro sistema hepático – biliar esté sobrecargado no podrá dar suficiente calidad ni cantidad de sangre. Eso se manifiesta a menudo en las siguientes disfunciones:
Alergias y resfriados. La primavera se época de cambios meteorológicos y de viento y las mucosas de nuestro sistema respiratorio y la superficie cutánea (cuerpo) están más expuestas a estas inclemencias. Si nuestra sangre no tiene suficiente calidad no puede tener las defensas necesarias para afrontar estas agresiones con, lo que aparecen las alergias y los resfriados.
Vómitos La sobrecarga del sistema hepato – biliar bloquea el proceso digestivo y su tránsito descendente y aparece el vómito para que el alimento no quede atascado en el interior del organismo.
Úlceras Las úlceras manifiestan sus síntomas de manera más acusada en primavera como resultado del ácido producido para degradar las grasas.
Astenia primaveral Los hábitos cambian en cada estación y la primavera sugiere actividad física, lo cual requiere sangre en los músculos que al estar intoxicada por los residuos del metabolismo de grasas etc. no ofrece el aporte de nutrientes y oxígeno que requiere la actividad física y mental.
En conclusión, alergias y astenias primaverales, así como, algunos procesos depresivos y trastornos digestivos que se dan durante esta estación, mejoran con una buena alimentación, que favorece la depuración de la sangre y la desintoxicación del hígado y la vesícula biliar.
Carles Clos
Experto en terapia natural china
fisicament@gmail.com
3 comentarios. Añade el tuyo!
Felicitats per el nou portal !!!
Estan molt bé els 2 articles publicats.
Trobo a faltar la foto de la neu.
M’agradaria saber, si es possible com poder localitzar a l’autor d’aquest article tant interessant, adreça o telefon o e-mail o pàgina web. Gràcies
Hola Francesca, al final de l’article hi ha l’autor i el contacte. Gràcies!