Durante nuestra trayectoria vital nos podemos encontrar en momentos donde sintamos que estamos «atascados» o desorientados en alguna área de nuestra vida. No sabemos hacia dónde avanzar o queremos conseguir algunas metas, objetivos… pero nos cuesta alcanzarlas, no encontramos una solución a lo que se nos plantea. Queremos hacer un cambio en nuestra vida y a nosotros solos nos cuesta llegar o simplemente no sabemos cómo hacerlo. La figura del coach, una profesión relativamente nueva, nos puede ser de utilidad en estos casos.
El coach acompaña en el proceso de cambio
La Programación Neurolinguística y el coaching definen al coach como aquella persona que acompaña a otra (o a un grupo) en un proceso de cambio. Este acompañamiento se lleva a cabo en un espacio de encuentro donde se puede empezar explorando lo que le pasa a la persona para después definir lo que el coachee (como se llama a los clientes de Coaching) quiere conseguir. El aspecto fundamental será que el cliente defina dónde quiere llegar con el coaching y de hecho esto ya de por sí puede ser un aspecto muy clarificador para el cliente (a veces puede ser la demanda en sí misma: poder descubrir lo que realmente se quiere en una situación, por ejemplo, para tomar una decisión).
Consciencia, responsabilidad y acción
Las sesiones están orientadas para que el cliente tome consciencia sobre cómo enfoca su vida o una situación determinada (creencias que tiene, comportamientos, valores que lo rigen…), coja responsabilidad sobre su vida y actúe, haga pasos para llegar a lo que quiera conseguir.
El coach se enfoca sobre todo en el potencial del cliente partiendo de la idea de que la persona es completa y llena de recursos por sí misma. Y concibe la persona de una manera holística: cada uno es un todo indivisible en el que todo lo que forma parte del individuo (mente, emociones, cuerpo, lenguaje…) está interconectado. De esta manera, trabajando des del cuerpo, el lenguaje… afectamos los otros aspectos de la vida de la persona. De la misma manera, cuando trabajamos el área del trabajo, la familia… fácilmente repercutirá en otras áreas personales.
El cliente contacta con sus recursos personales, cambia actitudes y consigue objectivos
El coach es un experto en acompañar y el cliente es el experto en su vida. Por lo tanto, las respuestas o mejoras que busca el cliente tienen que salir de él, ayudado por las herramientas que el coach le facilite. A través de la observación, la escucha, la pregunta y el feedback y mediante el respeto, la apertura, la aceptación, la empatía, la determinación… se va trazando un camino que puede ser una gran oportunidad para que el cliente recupere recursos que no creía tener, conecte más con él mismo, cambié creencias, actitudes y alcance objetivos que, hasta entonces, no había podido conseguir.
Actuar diferente para conseguir resultados diferentes
Si esperamos tener diferentes resultados pero hacemos siempre lo mismo, lo más posible es que estos cambios no lleguen nunca. Es decisión nuestra comprometernos y responsabilizarnos con la vida que tenemos y avanzar hacia la vida que queremos. Y un coach en este proceso nos puede ser de gran utilidad.
Judit Padrés
PNL Coach
judit@espaishumans.com
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