El antiguo arte chino del feng shui traducido literalmente como “viento y agua” es cada día más conocido en todo el mundo, sobre todo a medida que las personas perciben que su entorno puede ser una fuente de recursos donde cuidar y mejorar sus vidas.
La geomancia china se aplica a la arquitectura, la decoración, el diseño de interiores, las construcción de jardines, elementos acuáticos e incluso el urbanismo. Muchas de las características del feng shui están basadas en principios lógicos y estéticos donde el sentido común y la búsqueda de la belleza son muy importantes, además existen otras variables que se sirven de los ciclos de tiempo o las líneas magnéticas de la tierra.
Los consultores de feng shui aplican generalmente este arte a la mejora de la salud, los ingresos económicos, la capacidad de estudio o el encuentro de mejores relaciones ya sean personales o comerciales, etc.
LAS 3 SUERTES EN FENG SHUI
Para los sabios taoístas el feng shui tiene su propio marco de actuación, englobándose dentro de lo que se llama “suerte de la tierra”, es decir la influencia del entorno sobre la vida de las personas. Además de esta influencia se tiene en cuenta lo que ellos llaman el Qi del cielo (características innatas desde el nacimiento) y el Qi del hombre (su esfuerzo, dedicación y tesón personal). Como puede verse el Qi de la tierra es un factor que interfiere en los demás pero no es un hecho final y absoluto, por tanto el feng shui ha de verse como una interrelación o ayuda a otros factores, no como una panacea que subsana en forma mágica todos nuestros problemas.
Los chinos llaman a estos factores las tres suertes, denominando Ren Chai a la suerte de hombre, Tien Chai a la suerte del cielo y Ti Chai a la suerte de la tierra.
En las siguientes líneas se comentan algunas ideas sobre aspectos que podemos tener en cuenta al acercamos por primera vez a este arte, el feng shui como cualquier otra rama de conocimiento está sujeto a diversas prácticas, algunas más acertadas que otras.
TRADICIÓN Y SUPERSTICIÓN
El feng shui es un arte muy antiguo y sus prácticas son profundas. Algunas personas confunden sus principios con rituales o supersticiones propias de la cultura china o una decoración oriental, otros se aprovechan comercialmente para vender todo tipo de fetiches y artículos extraños, no necesariamente útiles para su práctica. Encontrar una vivienda atestada de borlas rojas, monedas chinas, patitos mandarines, cristales u otros objetos no siempre significa tener un buen feng shui.
Aunque es cierto que en feng shui pueden utilizarse algunos artículos como surtidores de agua, ciertos elementos naturales y otros objetos su práctica no puede reducirse únicamente a comprar objetos para arreglar distintos problemas, en general los principios más importantes tienen que ver con la distribución física, los recorridos de energía, la orientación magnética, el uso y actividad de las estancias y que lo que llamamos factor tiempo.
Un buen practicante del arte puede recomendar la construcción de una vivienda en un momento de tiempo dado, elegir una zona física saludable, orientar las vistas y puerta principal hacia una dirección magnética concreta, aconsejar a nivel interno la mejor ubicación de pasillos, puertas y ventanas y además decidir los colores, materiales y elementos más apropiados a cada estancia de la casa y sus habitantes. Todo ello puede pasar desapercibido para un observador externo que busque elementos u objetos muy “concretos”, el verdadero feng shui debe conocerse más por sus efectos que por su apariencia externa, aunque hay hechos sobre las “formas” que son analizados visualmente.
LA IMPORTANCIA DEL QI
El feng shui se nutre de la mayoría de sus raíces de conceptos utilizados en la filosofía china como la palabra Qi o Chi sinónima de energía. El feng shui se sintetiza en promover la circulación de lo que se suele llamar Sheng Qi o (energía favorable) en contra del concepto Sha Qi que alude a energía enferma. También se estudia el equilibrio entre el yin y yang (los polos energéticos opuestos), la correcta distribución de los 5 elementos (fuego, tierra, metal, agua y madera), la influencia de las 8 direcciones y sus trigramas, las ramas terrestres y troncos celestes, etc. Estos principios se aplican a la medicina china, el Qi Gong, el Tai Chi, las artes marciales y al conocimiento chino en general.
HERRAMIENTAS BÁSICAS
Si usted desea realizar un estudio de feng shui el consultor debería al menos usar una brújula de precisión para ubicar las direcciones de su espacio, calcular los periodos de construcción y/o reformas más propicios, preguntar sobre las fecha de nacimiento de los habitantes, observar atentamente las formas interiores y exteriores del lugar y con ello elaborar una carta geomántica que incluya observaciones sobre la evolución en el tiempo del espacio y los consejos para su mejor equilibrio.
Puesto que todas las formas, incluyendo la vida humana están supeditas a diferentes ciclos, en un estudio profundo de feng shui nunca debemos olvidar el estudio del factor tiempo, que aporta la escuela de la brújula. El feng shui es una totalidad que observa tanto lo tangible (formas y paisaje) como lo intangible (el magnetismo terrestre y el tiempo), ambos, como el yin y yang, forman una unidad.
En la vida moderna actual un estudio de feng shui es recomendable que este acompañado de la observación de posibles problemas de contaminación electromagnética, materiales y lectura de las alteraciones en el subsuelo. En última instancia el consultor de feng shui ha de observar cualquier elemento de su entorno que sea de interés para la verdadera mejorar de su hábitat o lugar de trabajo.
Para terminar tenga en cuenta al aplicar el feng shui principios como el orden, la limpieza y la vitalidad que emana de su entorno, recuerde que el feng shui tiene en sus puntos más esenciales la búsqueda de belleza.
Silvestre Pérez Pérez / Natividad Pérez Domingo
Directores de Escuela Feng Shui Natural
http://www.fengshuinatural.com