La mayoría de los países «desarrollados» y, cada vez más, algunos países en «vías de desarrollo» utilizan el sistema industrial de la cría intensiva con billones de animales de granja. En este artículo abordamos los maltratos y abusos a los que están sometidos los animales durante el proceso de cría selectiva.
PRINCIPALES PROBLEMAS DE BIENESTAR PARA LOS ANIMALES
Los cerdos y los pollos de engorde (animales criados por su carne) se hacinan en naves superpobladas, las cerdas de cría y las terneras son confinadas en compartimentos tan estrechos que ni siquiera pueden darse la vuelta, las gallinas ponedoras se amontonan en jaulas y las vacas lecheras están sometidas a una presión psicológica que supera los límites permitidos.
- SUPERPOBLACIÓN: Los cerdos de engorde y los pollos de cría se amontonan en el mismo compartimento y, ante la incapacidad de desarrollar su comportamiento natural, padecen tensión, agresión y frustración. Esto genera unas condiciones ideales para la rápida propagación de patógenos peligrosos causantes de enfermedades.
- AGRUPACIÓN SOCIAL ARTIFICIAL: Los pollos de cría son confinados en grupos enormes, de modo que pierden su capacidad de reconocer a todos los otros individuos; ante la imposibilidad de formar un grupo social estable, dichos animales padecen tensión crónica. De igual manera, los terneros y las cerdas de cría aislados en compartimentos individuales sufren un estrés excesivo, debido a la falta de interacción social con otros de su misma especie.
- CONFINAMIENTO: Debido a la imposibilidad de hacer ejercicio, las cerdas de cría y las terneras aisladas en compartimentos, así como las gallinas ponedoras hacinadas en jaulas dispuestas en batería, padecen estrés crónico y degeneración física.
- ENTORNO IMPRODUCTIVO: En dichas condiciones, las cerdas de cría y las gallinas no pueden construir un nido, por lo que padecen frustración extrema. Asimismo, las vacas en cubículos, y los cerdos de cría y de engorde padecen aflicción y daños crónicos debido a que el material utilizado para el lecho es inadecuado. De igual manera, los cerdos aislados en compartimentos sufren de aburrimiento y muestran una conducta repetitiva estereotipada, como morder los barrotes, debido a la completa carencia de enriquecimiento del entorno.
- MUTILACIONES: Dichos animales son sometidos a mutilaciones en partes como la cola o los dientes, en el caso de los cerdos, el pico, en los pollos, o bien los cuernos, en el ganado, con el fin de disminuir el impacto de agresión, provocado por el entorno superpoblado y empobrecido donde se lleva a cabo la crianza de estos animales. Los lechones y los terneros machos pueden llegar a ser castrados, aunque muchos de ellos son sacrificados antes de alcanzar la madurez sexual. Asimismo, a las vacas lecheras se les puede llegar a cortar el rabo, mutilación que no comporta beneficio alguno para el animal. La gran mayoría de estas dolorosas mutilaciones se llevan a cabo sin anestesia y pueden provocar dolor crónico.
- CRÍA SELECTIVA: Los pollos de engorde se crían con la idea de acelerar su crecimiento, de tal manera que los huesos y el corazón normalmente no soportan el peso de sus cuerpos hiperdesarrollados. Del mismo modo, las razas modernas de vacas se crían con el fin de producir leche en exceso, por lo que se encuentran en estado constante de hambre metabólica. Las tecnologías de cría modernas, la ingeniería genética y la clonación implican procedimientos médicos dolorosos y pueden llegar a utilizarse como medio de aceleración en el proceso de crecimiento, al forzar a los animales a alcanzar niveles de producción extremos e insostenibles.
- RESTRICCIÓN ALIMENTICIA/ DIETA INAPROPIADA: Los pollos de engorde se hallan sujetos a largos períodos de restricciones alimenticias, que acaban por provocar hambre crónica. Dicha operación resulta necesaria para contrarrestar los efectos producidos por criarlos para desarrollar cuerpos más grandes de lo normal, lo cual puede producir graves problemas de salud en las aves adultas. Asimismo, el forraje que se proporciona a las cerdas de cría resulta insuficiente para satisfacer su hambre, e incluso se puede llegar a matar de hambre a las gallinas ponedoras, también para forzarlas a iniciar un nuevo ciclo de puesta de huevos. Del mismo modo, se ofrece a los terneros criados para producir carne blanca una dieta pobre en hierro y forraje, con el fin de que su carne conserve un color pálido.
La aplicación de los criterios de máxima productividad acarrea un sinfín de maltratos y sufrimiento a los animales que invalida cualquier justificación de esta práctica inhumana e inmoral. Los perjuicios para los animales no terminan aquí ya que después de la cría tienen que sufrir el transporte y el sacrificio en condiciones similares. En este artículo hablaremos de estos aspectos así como de los riesgos que implica en el hombre, en la sociedad y en el medio ambiente.
Albert Torrent
Equipo MeSiento.com
A partir del artículo de Faada referente al informe de Compassion in world farming acerca de la cría intensiva de animales.
Podéis ver un vídeo muy representativo en este enlace