¡Feliz 2012!

Iniciamos un 2012 que mucha gente augura que será malo. Noto una conciencia colectiva de una cierta resignación y frustración ante el futuro pero me gustaría lanzar un mensaje de esperanza.

Creo que cada uno de nosotros, individualmente, tenemos un poder inmenso para marcar nuestro futuro y, para ello, debemos hacerlo desde una actitud atenta, positiva y abierta al cambio. Debemos plantearnos hacia dónde queremos ir en esta vida y dejar atrás las muchas cosas que nos sobran. Y aquí, un pilar fundamental es no tener miedo. Tener miedo nos paraliza y nos impide avanzar como personas.

La misma idea puede aplicarse en la colectividad. Aceptamos que el poder económico nos someta a unas reglas tiránicas y que los políticos apliquen recortes que no gustan a nadie (excepto los que tienen el poder). Nos dicen que nos tenemos que resignar, que si no lo hacemos, será peor. Pero, ¿porque nos fiamos de los que nos han llevado a la crisis ya un sistema capitalista salvaje y deshumanizado? ¿Creéis que nos darán soluciones válidas o que nos ahogarán aún más? Una sociedad con miedo y resignada no es sana. Y este es el estado de ánimo que percibo en bastante gente.

Resignación y miedo individual por un lado y resignación y miedo como colectivo por el otro. Dos caras de la misma moneda que nos impiden avanzar con paso firme. Se vislumbra pero una salida …

Hay mucha otra gente que pensamos que el 2012 será un año de despertar de la conciencia, en que el ser humano volverá a valorar las cosas realmente importantes en esta vida y reconocerá su auténtica naturaleza. Y es que en esencia somos amor. Queremos amar y que nos quieran. Con esto tendríamos suficiente pero esta sociedad nos ha alejado tanto de estos principios que ya no nos es válida, debemos cambiarla de arriba a abajo. Debemos cambiar el sistema económico, el sistema político, de valores… E insisto que no nos ayuda en nada tener miedo. Debemos ser valientes y luchar con confianza por el bien común, que es el bien de cada uno de nosotros.

Y en la lucha por el bien común es indispensable el compromiso individual. No podemos cambiar el mundo si no nos cambiamos a nosotros. Con nuestras pequeñas revoluciones personales, regidas siempre por el amor, sumaremos, como cada granito de arena en una la playa, un revolución social: la revolución del amor y la fraternidad. Es hora pues de ser valientes, dejar el miedo de lado y trabajar por el mundo que, en el fondo del corazón, todos queremos.

Deseo que construyamos entre todos un esplendoroso año 2012 y que logremos todos nuestros anhelos individuales y colectivos.

Con amor,

Albert
Equipo MeSiento.com