Si usted mira todo lo que le rodea, verá que cada objeto, forma, color, construcción y ser vivo esta constituido por un patrón de energía que los sabios taoistas llamaron Qi. Apreciar sus contrastes le ayudará a tener más conciencia de cómo afecta a su vida el entorno.
Cuando hablamos de Qi en feng shui, nos referimos al aliento vital que sostiene y da forma al universo. Mediante la aplicación de este arte buscamos formas de expandir y potenciar un Qi benéfico a nuestro alrededor, y entender la diferenciación de sus expresiones puede ayudarnos en su búsqueda.
SHENG QI
La denominación Sheng Qi alude a un tipo de energía nutritiva, vibrante y favorable. Usted puede encontrar un patrón de Sheng Qi donde el terreno es saludable y promueve un crecimiento inspirador y ordenado de la energía.
Podemos resumir aquí algunas imágenes del entorno externo donde puede arraigar más fácilmente el Sheng Qi:
Agua limpia y transparente que se serpentea con suavidad atravesando largos espacios, vegetación exuberante que crece ordenadamente dejando cierto lugar a la luz, olores ambientales agradables que nacen de una aire puro, calles y edificios con características artísticas o una historia positiva detrás que traen raíces, zonas que posibilitan el paseo, la reunión y detenerse a conversar, presencia de sitios de poder que recuerdan la conexión del hombre con su parte espiritual (montañas sagradas, monumentos bellos, lugares creados por el hombre donde pueda expresarse el arte, la lectura, la música, la observación del universo, etc).
Dentro de los espacios personales, podemos también apuntar algunas sugerencias: colores que permiten irradiar y evocar la luz natural, plantas vivas y amigables en sus formas, materiales orgánicos y ecológicos, orden sencillo y claridad en la distribución, sitios habilitados para la concentración, silencio y descanso, buenos vecinos, fuego natural y alimentos tradicionales en la cocina que contengan Qi original.
SHA QI
Podemos resumir esta palabra como la existencia de un entorno difícil y poco propicio para germinar nuevas semillas, que sufre por una ausencia de energía vital produciendo enfermedad, y falta de felicidad a las personas que se nutren constantemente del mismo.
Algunas imágenes de Sha Qi son en el entorno externo son: agua sucia y contaminada símil de un tejido venoso que distribuye sangre enferma en la naturaleza, vegetación desordenada con falta de vitalidad, olores fuertes y penetrantes que indican un aire corrupto, lugares que no permiten la expresión del recreo y la concordia dificultando la comunicación, ausencia de edificios históricos que no apoyan con raíces profundas, desarrollo excesivo del tejido industrial, circulación muy rápida de personas y vehículos, presencia de lugares excesivamente yin como ruinas, cementerios, tanatorios, o mataderos.
Dentro del contexto interno de una vivienda, también podemos apuntar los siguientes patrones: tonos y colores oscuros que obligan al abuso de luz artificial, uso en exceso de materiales sintéticos y alejados de la naturaleza, desorden, caos y dejadez en los objetos, distribución enmarañada, ambiente ruidoso que no ofrece posibilidad de silencio, sitios de sueño muy tecnológicos, uso habitual de comida fría, congelada o prefabricada que contiene Qi desvitalizado, falta de aire limpio por ambientes cerrados y cargados o contaminación electromagnética.
Si usted repasa algunas de las descripciones verá que no es difícil vislumbrar que genera Sheng Qi y que no, y en general podemos decir que existe una conciencia colectiva de sus principios.
Muchas veces nos alejamos de una energía verdaderamente nutritiva, por intereses superficiales, como la necesidad de generar artículos para el consumo que no respetan el ciclo natural, contenidos fríos y sin alma, y en definitiva la obsesión por promover un exceso de atención hacia las formas externas que no tienen en cuenta el origen último de las mismas.
EL HOMBRE, SHENG Y SHA
Dentro de la “voluntad del hombre” tenemos también estos mismos principios. Encontramos Sheng Qi cuando las personas trabajan en principios grupales que atañan a la colectividad, cuando huyen de las personas que critican despectivamente a otros, cuando luchan por valores de tolerancia y amor entre los demás, cuando trabajan por crear contenidos que fomentan la salud, el conocimiento y la compresión de la naturaleza.
Por el contrario el hombre puede generar Sha Qi cuando hace hincapié en la separatividad, ya sea religiosa, política o social, cuando le gusta cuchichear o criticar a otros, cuando centra su atención en el poder y control sobre los demás, y en definitiva cuando su vida se convierte en una lucha constante por aumentar la imagen que tiene de si mismo sin considerar su pertenencia a un todo mayor.
El feng shui es un arte que siempre debe mezclar la conciencia del entorno con la conciencia de uno mismo, nada queda separado. Si usted usa el feng shui exclusivamente para alimentarse de los objetos y aspectos superfluos, es eso lo que hallará, sin embargo, siempre puede buscar y hallar el alma de las cosas.
Silvestre Pérez Pérez / Natividad Pérez Domingo
Directores de Escuela Feng Shui Natural
http://www.fengshuinatural.com