En el libro “El hombre en busca de sentido”, el reconocido médico y psiquiatra Viktor Frankl, describe la vida del prisionero de un campo de concentración, a partir de su propia experiencia, ya que estuvo encerrado durante más de un año por ser judío. Vio morir a su mujer y sus padres. En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual.
CAMBIAR AL OTRO
Hace unos días vino a la consulta una señora, que me pedía ayuda porque no sabía cómo conseguir que su marido cambiara. Mi pregunta fue “¿Pero su marido quiere cambiar? ¿Le ha pedido ayuda a usted, para cambiar?” Me explicaba que es muy negativo, que siempre se está quejando, que el mal humor es su estado más habitual y que le cuesta mucho sonreír. Ella, por el contrario, es una persona que siempre lee artículos de crecimiento personal, textos que le ayuden a tomar más conciencia de las cosas, etc. y esto la llena muchísimo. Pero después, levanta la cabeza y se encuentra con su marido, con una expresión que ella interpreta “como de amargura”, y parece que todo se le viene abajo.
Es cierto que hay gente que funciona así. Generalmente, cuando una persona es tan negativa y encerrada en su visión oscura de la vida, acostumbra a ser porque en la infancia ha sufrido bastante. Aprenden de pequeños que la vida es sufrimiento, y se van haciendo mayores con ésta creencia. Aunque vayan cosechando éxitos a nivel personal o profesional, es como si tuvieran un límite que les impide disfrutar de lleno de las cosas. Cuando se sueltan y se dejan llevar, quizás sí, pero a la que se dan cuenta de que están disfrutando, ya se les activa algo en su mente que les hace cambiar.
Éste tipo de personas, por lo general, no quieren cambiar. Y no quieren, porqué ellos creen que su manera de ver el mundo es la única. Están tan convencidos de que las cosas son como ellos las ven, que no comprenden por qué tendrían que verlas de otro modo.
La verdad es que es complicado estar al lado de una persona que funciona así. Lo más recomendable es que cuando uno empieza a desarrollarse a nivel personal, se rodee de personas que le llenen, que le sumen, que aporten valor a su vida. Pero cuando ésta persona negativa que te quita la energía es tu pareja… ¿qué hacemos?
CORTAR O ACEPTAR
Como decía Willian Shakespeare, “aquello que no podemos evitar, sólo podemos aceptarlo”. Y aunque no es fácil, es muy cierto. Si nos centramos en quejarnos por cómo es el otro y en intentar cambiarlo, vamos a agotar nuestra energía y llenar nuestros días de frustración.
Tenemos dos opciones:
-Poner fin a la relación, si decidimos que no queremos aceptar aquello en nuestra vida. Puede que hasta ése momento nos haya llenado o servido, pero después del crecimiento que hemos hecho, puede que no queramos seguir de esa forma.
– Aceptarlo. Aceptar que es así y que no va a cambiar. No perder energía intentando cambiarle sino llenando nuestras horas libres con actividades que nos nutran y nos equilibren (tras el desgaste que nos genera el otro): con relaciones sociales, con un trabajo que nos haga sentir realizados, hobbies, deporte, etc…
Y es que es así. Cada persona elige como quiere comportarse en cada momento y con qué actitud afronta su vida. Algunos lo hacemos de manera consciente y otros no se dan cuenta y se dejan llevar por lo que están acostumbrados. Éstos últimos, reaccionan a los hechos de manera automática, es como si tuvieran un programa en su cerebro que hace que se les active siempre esa manera de reaccionar específica. Pero lo dicho, si uno no quiere cambiar (o lo que es lo mismo, no es consciente de que si cambia vivirá de una manera mucho más intensa, profunda y feliz), no cambiará.
Como dijo Viktor Frankl, “La última de las libertades humanas es escoger nuestra actitud delante de cualquier cirscunstancia”.
Sílvia Congost Provensal
Psicóloga – Terapeuta – Coach Personal
Especialista en autoestima y relaciones
www.silviacongost.com
3 comentarios. Añade el tuyo!
a mi me pasaba algo parecido pero con mi madre siempre ha sido muy negativa y en lo personal tambien creo q me hace daño la actitud q tiene ella al ver la vida en si, por eso me he alejado de ella una parte de mi se siente culpable por hacerlo pero tampoco quiero seguir tratando de cambiarla cuando ella no quiere
muy buen articulo gracias
yo he intentado toda mi vida cambiar a mi madre para positivo, pero lo único que he conseguido es que mis palabras parecieran amenazas para ella, lo último que he recibido de ella es me llamo tania …. leon y hago con mi vida lo que quiero porque yo mando en ella, me he quedado frustada y encima me siendo con ganas de llorar pues lo único que he querido era cambiarla pero es imposible ..
Es dificil tener que convivir con personas negativas tengo 28 años y vivía en constante sufrimiento por culpa de mi padre por no aceptar su manera de ser de pensar y actuar hasta que tuve que recurrir a un psicólogo quien me hizo darme cuenta que el jamas va a cambiar y que mientras tenga que convivir con el tendré q aceptarlo solo así deje de sufrir