El cáncer y la alimentación: 10 consejos para prevenir el cáncer a través de la comida

El cáncer es la reacción del cuerpo a una situación que le es adversa a nivel físico, emocional o mental. Entre los varios factores que hay de esta disfunción, hoy trataremos uno: la alimentación. Lo que comemos es de gran importancia en nuestra vida ya que supone la materia prima que aporta energía y nutrientes a nuestro cuerpo para su funcionamiento normal. Analicemos pues algunas medidas a tomar al respecto que te pueden ayudar a prevenir el cáncer:

MANTÉN TU PESO CORPORAL
El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de algunos cánceres (la relación más clara está en el colon, el recto, el esófago, páncreas, mama, endometrio y próstata), aparte de otras enfermedades. Una forma de saber si tu peso está dentro de los márgenes normales es el Índice de Masa Corporal (IMC), que debería estar entre 21 y 23 en los adultos. Puedes calcularlo fácilmente con esta sencilla fórmula: IMC= peso (en kg) / altura2 (en metros). De esta forma, si pesas 75Kg y mides 1,85m, tu IMC será: 75/1,85 * 1,85= 21,91. Estarás pues dentro de los parámetros recomendables.

LIMITA EL CONSUMO DE AZÚCAR Y GRASAS
El azúcar es un carbohidrato simple de absorción rápida que desestabiliza nuestro sistema ya que provoca una hiperglucemia y una fase eufórica que al poco tiempo se convierte en una hipoglucemia que conlleva una ansiedad por tomar más azúcares y comer, lo que favorece el sobrepeso y la obesidad.

Además, en las mujeres se ha detectado que un exceso de azúcar altera la producción de hormonas sexuales lo que duplica las posibilidades de desarrollar cáncer de mama. Conviene pues evitar la ingesta de alimentos ricos en azúcares, sobretodo añadidos, como los dulces, productos de bollería… Aunque no tengan tantas calorías como los alimentos, las bebidas con azúcar añadido facilitan el aumento de peso ya que no sacian sino que, por lo contrario, todavía inducen a beber y a comer más. Prescinde al máximo de los productos con grasa y los productos de comida rápida, generalmente con demasiada grasa, azúcar y sal (además de aditivos).

LIMITA LA COMIDA DE CARNES ROJAS Y EVITA LAS CARNES ELABORADAS
La carnes rojas (vaca, cerdo, oveja y cabra) deberían limitarse a un máximo de 2 comidas semanales por su aporte energético (sobretodo en las carnes con más grasa) y porqué contienen un tipo de hierro que es oxidante y favorece la formación de sustancias cancerígenas en el intestino (se dobla la posibilidad de padecer este tipo de cáncer). Además, las carnes elaboradas (embutidos, frankfurts…) han sido saladas y generalmente se les añade conservantes químicos.

MODERA LA INGESTA DE PROTEÍNAS
En un estudio hecho a 500.000 personas se demuestra que un exceso de proteínas favorece el sobrepeso y la obesidad. La Organización Mundial de la Salud recomienda que solo el 8% de las calorías provenga de las proteínas cuando nuestra sociedad come el doble de la que necesitamos a través de carne, leche, queso…

CONSUME CON PRIORIDAD ALIMENTOS DE ORIGEN VEGETAL
Los cereales (trigo, arroz, maíz, centeno, avena, mijo, quinoa…) y las legumbres (lentejas, garbanzos, soja, guisante, judía…) sin procesar deberían de ser la base de nuestra dieta. También es importante la ingesta de hortalizas (la patata, la yuca y el moniato, con moderación, ya que tienen mucho azúcar) y frutas de temporada. Son alimentos ricos en fibra alimentaria (sobretodo los cereales) y en varios micronutrientes. Este tipo de alimentación protege contra el cáncer, además de otras enfermedades.

EVITA LOS PRODUCTOS REFINADOS
Consume los productos lo más naturales posibles. Los productos refinados están manipulados hasta el punto que a menudo no podemos reconocer el alimento original. En el proceso, el alimento pierde buena parte de la energía y de los componentes valiosos (por ejemplo, la fibra alimentaria en los cereales) y muy a menudo se le añade azúcar, sal y aditivos.

LIMITA O EVITA AL MÁXIMO EL CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS
El consumo de todos los tipos de alcohol favorece la aparición de cánceres (más claramente de boca, laringe, faringe, esófago, colon, recto y mama).

LIMITA EL CONSUMO DE SAL
El exceso de sal y de productos en salazón favorece la aparición del cáncer de estómago. El uso excesivo de la sal en muchos productos alimentarios hace que a menudo se sobrepase el límite de 2 gramos de sodio diarios recomendado.

EVITA LOS SUPLEMENTOS ALIMENTARIOS
Excepto en casos en que sea aconsejable, evita tomar suplementos ya que se ha demostrado que pueden provocar cánceres. La mejor forma de ingerir los nutrientes es a través de los alimentos naturales que los proporcionan.

HAZ EJERCICIO
Aunque ésta no sea una recomendación relacionada con la alimentación, como complemento, conviene decir que es aconsejable realizar actividad física de intensidad moderada de unos 60 minutos diarios (equivalente a una caminata enérgica) o practicar ejercicio de intensidad intensa durante 30 minutos. La vida sedentaria hacia la cual tendemos favorece la aparición de cánceres (sobretodo el de colon y recto) mientras que la práctica de deporte los previene.

Para más información, puedes descargarte el informe “Alimentos nutrición, actividad física y la prevención del cáncer: una perspectiva mundial” elaborado por la Fondo Mundial para la Investigación del cáncer, en el que se basa este artículo.

También puedes ver esta entrevista realizada en el programa Singulars a Franco Ferrino, director del Departamento de Medicina Preventiva del Instituto Nacional de Tumores de Milán, que resume de forma amena las conclusiones de dicho estudio. La introducción se realiza en catalán pero la entrevista se desarrolla en castellano.

Albert Torrent
Equipo MeSiento

Foto: Yaroslav B