Comer bien es extremadamente importante para tener una vida sana. Como dice una frase del Dr. Lobsang: «La alimentación es el néctar, la fuerza, el poder. Sin embargo, el hecho que sea un acto tan cotidiano parece que le reste importancia. En este artículo daré unas nociones para llevar una vida saludable a través de una alimentación saludable y algunos buenos hábitos de salud. Tu preferencia debe ser el alimento saludable para que a través de él obtengas la energía que tu cuerpo necesita.
1- Aplícate el sentido común: no abuses de nada, mantén una dieta equilibrada y variada.
2- Utiliza frutas y productos de temporada. La naturaleza nos da lo que necesitamos en cada estación del año.
3- La miel natural es una gran aliada si se toma correctamente, en el desayuno.
4- Come productos frescos. La cocina de mercado es excelente.
5- Intenta no congelar y goza de una compra saludable, rica en verduras y productos de tu entorno.
6- No utilices en exceso productos manipulados y procesados.
7- No abuses del pan, contiene fermentos que dañan la mucosa gástrica. Si tomas, que sea lo más artesano posible. Evita congelarlo. El abuso de levaduras en la dieta puede ocasionar debilidad del sistema inmunológico, y resfriados o infecciones de repetición. No tomes demasiadas.
8- Evita el exceso de grasas ya que si no, estas se acumularán en tu organismo originando enfermedades metabólicas, como exceso de colesterol entre otros.
9- No tomes carnes procedentes de engordes artificiales ya que si ingieres continuadamente hormonas crecerás y engordarás como lo hicieron los animales que tomaron las hormonas.
10- Respeta el horario de las comidas. Deberías comer cada 4 horas.
11- El desayuno debe ser rico y variado y ser la comida más importante del día. Evita tomar café solo o ácidos por la mañana en ayunas, para respetar la mucosa gástrica.
12- El almuerzo debe ser también rico y la cena muy ligera, evitando los ácidos como el yogur o las frutas ácidas antes de ir a dormir. Entre comidas puedes usar el plátano o la pera como frutas.
13- Piensa que por la mañana tu cuerpo está especialmente activo y a medida que pasa el día pierde actividad hasta tenerla muy baja por la noche. Evita los grandes cenas ricas en hidratos de carbono (pizzas y otros). Tu cuerpo te lo agradecerá y la calidad de tu sueño, también.
14 – Dedica tiempo a preparar tu comida y la de tu familia. Piensa en la comida como en tu cuidado diario. De él dependerá la aparición o desarrollo de muchas de las enfermedades que puedan ocurrir en un futuro. Por lo tanto, invertir en tu comida es invertir en tu estado de salud.
Evita utilizar el microondas ya que significa prisa, rapidez y, por lo tanto, estarás ingiriendo prisa y estrés.
Dedica un rato a agradecer tu alimento, a hablar con tu familia, no comas con estrés. Mastica y saborea el gusto de los alimentos, deja que los dientes hagan su trabajo.
15- El consumo de leche genera mucha controversia. Hay teorías que relacionan el consumo de leche con un aumento de la mucosidad en procesos infecciosos pero no se debería retirar en los niños ni en las personas mayores, dado que contiene proteínas de origen animal con propiedades y funciones en nuestro organismo que son insustituibles.
Resulta mucho más preocupante el consumo exagerado de azúcares que hacen los niños que no el de leche. Productos lácteos con fermentos y ricos en azúcares, chucherías, zumos envasados no deberían formar parte de la dieta de nadie y mucho menos de un niño.
La leche es una buena inductora del sueño y no debería sustituirse por productos como las bebidas de soja u otras porqué no contienen las mismas propiedades y pueden ocasionar estados carenciales. ¿Qué hacían nuestras abuelas? Lo arreglaban todo con un vaso de leche caliente y miel. Recupera sus tradiciones, dudo que estuvieran muy equivocadas.
Después de estudiar las diferentes teorías en relación a la leche, personalmente considero que lo más indicado es no abusar pero no llegar a retirarla, especialmente en etapas de senectud, cuando el aporte de proteína es indispensable.
No podemos obtener leches no tratadas hormonalmente o que no contengan antibióticos pero, como todo en nuestro entorno, «tomar sí, sin abusar de nada y según la tolerancia del propio cuerpo»
Tomarla caliente siempre para evitar intolerancias y escuchar la respuesta de tu cuerpo es lo más adecuado. Como todo, en su justa medida, y con sentido común.
16- Piensa en tomar el agua en forma de infusiones calientes para reducir el exceso de frío en el interior de nuestro organismo. No hay que forzar el riñón y beber exageradamente. Lo más correcto es tomarla en forma de infusiones como manzanilla, poleo menta…
17- Sé disciplinado en tus cuidados. Mantén un ritmo de vida ordenado y constante siempre que puedas. Respecta la hora de acostarse, la de las comidas etc. para evitar aumentar los niveles de estrés en tu organismo.
18- Si te gusta hacer siesta y te lo puedes permitir, procura no exceder de los 10 o 15 minutos, Úsala como desconexión de tu mente.
19- Haz ejercicio físico de manera regular, con el fin de oxigenar tus células, preferiblemente por la mañana.
20- Relaja tu mente diariamente: el yoga o la meditación pueden ayudarte a hacerlo. Busca un espacio diario para ti, aunque sean 10 minutos al día, y desconecta.
Recuerda: ten sentido común, no abuses de nada, mantén una dieta equilibrada, saludable y toma los alimentos como si comer fuera tu néctar, la fuente de tu energía vital. Invierte en tu alimentación porqué es invertir en salud. Y la salud es el bien más preciado que tenemos. Mucho más que el dinero en el banco, porque ni siquiera el dinero la puede comprar.
Tu objetivo: «Larga vida, pero de buena calidad».
Ma José Bejarano
Terapia Global de salud
Osteopatía. Homeopatía. Infermeria
www.terapiaglobaldesalut.com
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