Cuando se acerca la primavera empieza a aparecer la alergia primaveral, afección causada por el polen de varias plantas que afecta a mucha gente. La alergia y los desórdenes del sistema inmunológico tienen una incidencia creciente en todo el mundo que sugiere que los cambios en la producción alimentaria, transporte y consumo en todo el planeta podrían estar contribuyendo a estos trastornos del sistema inmunológico.
Nosotros también somos naturaleza. Se dice que «la primavera, la sangre altera». Nuestros hábitos alimentarios y nuestro estilo de vida interactúan con el sistema inmunológico y emocional. Por ello, la alimentación se ha convertido en un asunto destacado y, incluso, urgente. Pero, ¿cuáles son las causas de la alergia? A continuación tenemos unas cuantas:
CAUSAS Y SÍNTOMAS
– La causa principal suele ser la alimentación. Una dieta desequilibrada, con una mayor proporción de alimentos de origen animal, embutidos, salazones o muy cocinados, alimentos de mala calidad (bebidas carbónicas, dulces …) y malos hábitos como el tabaco y el alcohol.
– También hay causas emocionales: la sensación de estar «parado» en la vida puede contribuir a estar «atrapado» en una situación penosa.
– Causas de estilo de vida: un ritmo muy estresante, con exceso de trabajo o un sueño insuficiente.
Los síntomas más característicos de las alergias son la congestión nasal, la rinitis, la gastritis y la conjuntivitis. El enrojecimiento y el picor son las manifestaciones más frecuentes.
Cuando el problema es crónico, se puede apoyar con terapias propias naturales, plantas medicinales, oligoelementos, homeopatía etc. pero esto siempre debe ser complementario.
Uno de los alimentos que más contribuyen a la aparición de alergias son los lácteos. Las proteínas lácteas pueden resultar difíciles de digerir para los adultos, la digestión de las proteínas y la leche pueden fraccionarse en el proceso de homogeneización y hacer que las proteínas lácteas a medio digerir atraviesen la mucosa intestinal, especialmente si ésta no está en buenas condiciones. Lo ideal es sustituirlas por bebida de avena y jugos de frutas y hortalizas biológicas.
Entre las plantas más utilizadas para tratar las alergias está la fumaria, el llantén, la ortiga, la menta, el saúco, el pensamiento, la manzanilla, el diente de león, la ajedrea, el hamamelis, la avena, el tomillo, la lavanda, el eucalipto, la bardana, el ginkgo, el nogal y familiares, todas ellas usadas solas o combinadas según las enfermedades a tratar.
UNOS REMEDIOS
Para el asma leve o por la falta de aliento:
Haz una infusión de una cucharada (15g) de ortiga e igual cantidad de tomillo en 3/4 de litro de agua purificada o mineral y bébela durante el día. También se puede usar manzanilla -un pellizco en una taza-, dejarla reposar durante 5 minutos tapado, inhalar su vapor, colarla y, seguidamente, beberla.
Para rinitis alérgica:
Haz una infusión con una cucharada sopera de hierbas secas como eucalipto (hojas), lavanda (flores), llantén (entera), fumaria (entera). Agregar agua hervida en un jarro durante 10 minutos y tomar 2 veces al día.
Para depurar eczemas:
Haz una infusión con 1 cucharada de diente de león (entera), fumaria (entera), bardana (raíz). Prepara la infusión durante 10 minutos y tómala 2 o 3 veces al día.
El llantén puede ser útil tanto para uso externo como para picaduras, alergias, herpes y afecciones oculares.
La ortiga nos purifica la sangre de las sustancias tóxicas que intervienen en las alergias.
BUENA ALIMENTACIÓN Y APOYO DE LAS PLANTAS
Lógicamente, la respuesta de cada persona puede variar mucho en función de la edad y los años de evolución de la alergia primaveral. Se pueden llegar a resolver sólo cambiando la alimentación y con la ayuda de plantas medicinales.
Os animo a que disfrutéis de la estación más bonita del año, donde los días, la ilusión y la alegría se alargan y crecen junto a las plantas y las flores que nos acompañan en nuestro entorno.
Nuria Arrufat Gallardo
Dietista, fitoterapia, masaje, terapeuta floral de Bach y estética natural
dieteticadecaldes@gmail.com